Nadie se explicaba por qué la estaba golpeando, todos se quedaron llenos de rabia de ver tan cobarde escena, pero nadie parecía tener ganas de hacer algo para evitarlo. Ahí estaba ese cabrón, pegándole a su novia como si se estuviera madreando con un guey de su misma talla; la mujer (que dicen que era preciosa antes de los golpes) estaba tirada en la calle, con las piernas sobre la banqueta tratándo de cubrir su cara con las manos, pero estaba sufriendo una especie de ataque histérico que no la dejaba controlar sus movimientos y era por eso también que su cuerpo se movía compulsivamente. Sólo abría su boca para lanzar gemidos y chillidos agudos, las lagrimas sorteaban su cara con bolas sangrantes antes de poder chocar contra el piso. Los del valet veían la escena petrificados, pero no podían dejar de trabajar, llegaba más y más gente, que se limitaba a comentar la bajeza del tipo y a apresurarse a partir de ahí. Había sido una noche en general violenta: dos tipos quisieron entrar a fuerza al bar, pero eran bastante feos y no lo lograrían...bueno, sí lo lograron pero momentaneamente. Uno de ellos, el mayor, brincó la cadena y golpeó a uno de los doorman, a lo que un elemento de seguridad respondió tratando de inmovilizarlo, pero el tipo, envalentonado por la intoxicación alcohólica le tiró un par de golpes y me parece que es lo último que recuerda por que inmediatamente cayó bajo una lluvia de hábilas puñetazos del tipo de seguridad sobre su cara y fue lanzado a la calle, se levantó por inercia me parece y sufrió la misma dosis; su hermano se brincó la cadena también pero fue inmovilizado inmediatamente por otro seguridad y viendo que a su hermano le estaba yendo de lo lindo se acobardó y empezó a decir como llorando "yo no hice nada, nomás venía a separar" al mismo tiempo arqueaba las cejas y trataba de salir del candado epujando su cuerpo hacia los lados repitiendo nomás venía a separar, como un patético niño llorón. Su hermano mientras, seguía levantándose y era llevado una vez más al piso por el Fer y en una de esas, se levantó de espaldas al Fer y éste en un gesto de su gran corazón y de su alma de niño, le pateó el culo haciéndolo volar hasta donde estaban los del valet, como en las caricaturas.
Tenía mucho que no pasaba nada de este estilo, pero bueno, lo de los borrachitos brinca cadenas fue hasta cierto punto divertido, aunque siempre deja una mala sensación ver a alguien así tan humillado, pero de eso al marica pegándole a una mujer... Pobre tipo, seguramente tiene grandes frustraciones y complejos en su alma.
Y estaba ahí, poniéndole en su madre a la chica linda y todos seguían contemplando el espectáculo sin saber qué hacer, seguían cobrando y pagando mecánicamente con las caras apretadas sin apartar la vista de la pareja, cuando de pronto salió de entre la multitud el King kong. Iba gritando como loco, con los ojos muy abiertos, los puños apretados "no mames puto, a una vieja no le pegas cabrón" pero el susodicho puto estaba tan ensimismado, gozando de la liberación de sus frustraciones, de su catarsis de basofia que no se dió cuenta de que se dirigían a él, o tal vez pensó que el no podía ser aquel puto al que le gritaban.
King kong, aprovechando que le quedaba a modo, le pateó la cara y cayó a un lado, acompañado del sonido tan peculiar de una cara rota, sin reaccionar, al parecer seguía pensando en pegarle a su novia porque hizo un gesto de querer regresar a su posición original, pero el King ahora se agachó un poco y le reventó lo que le quedaba de cara con el puño y lo volvió a patear un par de veces, no abusó, el King es un tipo justo. El puto quiso decir algo en su defensa pero las palabras se le ahogaban con sus dientes sueltos y sus labios que habían cobrado 4 o 5 veces sus dimensiones originales así como también de los riachuelos de sangre que le salían de la boca en vez de palabras. King sólo sentenció "nomás vuelvele a pegar a una vieja hijo de tu puta madre y te mato". Todos lo creyeron, hasta él, que intentaba reconocer lo que le había quedado de cara con leves tactos de sus manos.
King levantó a la niña, le hizo un par de preguntas y la metió a su bar, después llegó un taxi y se fue. Nadie prestó atención al puto que se empezaba a levantar y a dar unos cuantos pasos mogoloidemente, caminó derrotado y sorprendido y nadie vió a dónde se fue, ni con quien. Mejor, a quien le importa en dónde tiran la basura o a dónde va la mierda que depositamos en los excusados.