Body talking

Domingo por la tarde, tenía mucho tiempo que no la veía, tal vez no era tanto pero parecía que sí, algunas cosas son así, lo poco parece mucho y lo mucho parece poco. Tanto y tan poco.
Él viendo la televisión y no se dio cuenta de la hora hasta que escuchó aquél ruido y volteó por instinto a la ventana y vio sólo penumbra, tomó su celular y presionó un botón al asar, la pantalla azul exagerada por las sombras de la casa lo deslumbró, le envió un mensaje "Te espero en mi casa... :)"
Ella estaba aburrida en un café con sus amigos, luces cálidas, olores fuertes, plática estúpida, de domingo por la tarde. Vió su celular, había recibido el mensaje, se despidió inventando un pretexto que ni ella misma recordaría después, sus amigos se molestaron pero ella no dijo nada, simplemente acercó su mejilla a la de los demásy dijo "bye". Salió y paró un taxi, antes de entrar volteó a ver el cielo que ya era azul marino y se podían ver algunos rastros de sol a lo lejos, muy a lo lejos...
Él escuchó el timbre y bajó despacio, sin prisas pero nervioso, no quiso prender las luces, ni siquiera las de la calle, mejor que pensaran que no había nadie...abrió la puerta y se huizo a un lado para dejarla entrar, no se dijeron nada, él cerró la puerta y la siguió. Ella conocía el camino, tal vez no, pero lo intentaba recordar con pasos firmes y respirando despacio y profundo. Él la tomó por la cintura en el pasillo oscuro y ella se detuvo, él recargó su cabeza en su hombro y así estuvieron hasta que ella volteó y los dos se acercaron, él hacia enfrente y ella hacia atrás hasta que el muro los detuvo y ella alzó sus manos para tocar la cara que respiraba agitada frente a ella. Se sentía bien no verse del todo y no decir una sola palabra, porque las palabras sobran los domingos por la tarde...