martes, mayo 11, 2004

Lamento boliviano

Ya llevamos como 4 meses tocando en un bar ecléctico, pero cuya mayoría son personas sencillas, que gustan de gritar, cantar, chupar (a precios accesibles) y en general echar desmadre, sin mayores pretensiones; pedir canciones "clásicas", preferentemente en español, para que las puedan cantar a grito pelón sin preocuparse por la pronunsieichon.
Como en todo lugar en éste llegan los clientes importantes, que son cabezas de ratón pero colitas de león, y que son tratados con preferencia, que se ponen hasta la madre y no piden, exigen rolas; se siente los más galanes del antro y "le rompen el corazón" a la sirena que canta conmigo con una mirada o con una frase sumamente interesante y llena de buen gusto como "cantash pocammmm mmm adre" que pronunciada así con la lengua arrastrada y escupiendo por la peda que traen, no sé como mi sirenita puede resitirlo.
Bueno, pero no es queja ni juicio, el que esté libre de pecado... Sólo es un paneo del antro.
Así como están estos peculiares individuos, también acuden personas bien chidas, que se emocionan bien cabrón cuando te piden una rola y se las tocas y cuando terminas te agradecen con tanta sinceridad que me cae que te sientes satisfecho.
Tampoco faltan nuestros amigos , que no tienen más que buena vibra para nosotros y eso siempre es alentador, sobre todo en las noches en que se sientan todos a chupar y a chupar y no se integran con la banda. Esas noches son un poco desalentadoras, pero afortunadamente no son muy comunes.
El comportamiento en general es el siguiente: en nuestro primer turno, como es muy temprano, generalmente están más ocupados en ponerse pedos que en cantar con nosotros, pero cuando escuchan a Sirena cantar, se cautivan. En nuestro segundo turno, ya están más pedos, nos piden todo tipo de canciones, cantan, gritan, lloran, ríen, en fin. Y nosotros estamos en el ojo del huracán, viendo todo pasar a nuestro alrededor, de pronto nos callamos y todo el antro canta " hacer el amor con otro..." y de pronto no sabes si ellos cantan contigo o tú con ellos, simplemente impresionante y embriagador... y ellos están ahí, borrachos y locos.

En este antro, nadie tiene pena de nada, nadie filma para nadie, sin máscaras y ayudados por la liberación de guardar las apariencias que les proporciona el alcohol, sufren todo tipo de catarsis; aclaro que, como dije desde el principio, hay noches más afortunadas que otras.

Lo que más me gusta de nuestra banda es que no recurrimos a los ya clásicos argumentos estúpidos al micrófono para obtener una respuesta de la gente, ellos solitos nos gritan y somos la única banda de 3(no se puede determinar una cantidad exacta puesto que luego se ensamblan medio cabrón unas con otras; excepto, claro, nosotros) que no hace esas clásicas pendejadas.

Esta semana empezamos a tocar en un antro, mega consolidado, ultra fresa y de derecha, jajajaja, con el cual yo tengo una estrecha relación. Es todo un reto.

Tocamos en una antesala al antro y la gente que llega ahí parece que está viendo la tele. Gracias a Sirena, hacen gestos de asentimiento (mmmm tocan bien, no?) sin perder la postura, alzando la ceja y poniendo caras graves. Les decimos "si tienen alguna petición, mándela en servilletas!!!" No mames, que antichic mandar peticiones y luego en servilletas!!! ya parece bro'!!!!
El reto es el siguiente: lograr que vaya más gente y lograr que se liberen de sus poses, la neta quien sabe si lo logremos, pero va a ser divertido averiguarlo.

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