miércoles, abril 07, 2004

Vacaciones

Se acercan las vacaciones y como siempre, no hay nada que hacer, a veces parecen un martirio lejos de ser un aliviane. Volvemos a la inconformidad del hombre ( y de la mujer, diría el pepinazo de presidente que tenemos).
Qué cagado cabrón que no distingue los genéricos, pero qué tal ladra "¿y yo porqué?" jajajajaja no tiene madre.

Este fin no habrá toquín, no habrá valet, no habrá nada. Todos los pudientes están lejos de la ciudad, pasándola poca madre, pero segurito que el domingo van a estar cagados haciendo colas de 5 horas frente a una caseta, o frente a la salida del aeropuerto, del estacionamiento, etc. Mientras los jodidos vamos a estar risa y risa rascándonos el ombligo frente a la tele viendo imágenes de esos güeyes hechos una furia, yeah!

Hoy leí algo chido " "Las opiniones son como el agujero del culo, todos tenemos uno y creemos que el de los demás apesta" jajajaja. Me cae que sí.

También hoy vi unos capitulos de los Happy Tree Friends y la neta me dio miedo. ¿Qué pasa con el mundo? de por si las generaciones nuevas son cada vez más violentas y luego a los chavitos les pasan caricaturas gore, no mames. Me acuerdo que cuando yo ia en la primaria, sacaron unas tarjetitas de los Garbage Kids o un pedo parecido; no eran taaan diferentes de lo que son los HTF y el país se conmocionó ante el hecho de que sus inocentes hijos tuvieramos enfrente estampitas de ese tipo y ahora, es taaaan normal.
Hace algún tiempo fui a una fiesta con uno de mis primos más pequeños ( tiene 20 años, pero no deja de ser de los más pequeños) y todo iba normal, todos chupando, pocos bailando: normal. Algunos quemaban mota, algunos se metian cosas más densas: normal, bueno no para mi generación, pero sí para la de ellos. Yo espectador. De pronto, una bandita de chavos pandrosos con ropita PUMA tocando percusiones, tocaban de la chingada, pero ya en banda no sonaban tan mal. Apestaban a mota, chela, sudor, cuanto fluido y demás cosas olorosas. Se meten a la fiesta, que era en una casa particular; todo transcurre normalmente hasta que a algún vecino se le ocurrió quejarse con la poli del ruido que hacían "los tamborazos".
Llegan los azules, piden que se callen, los batucos se sienten super agredidos y comienzan a aullar y a golpear más fuerte sus pieles (Bate forte o tambor!)
La poli, de alguna manera, localiza a los dueños de la casa (o tal ves fueron los vecinos) y llegan éstos hechos una fiera. Nos corren a todos a mentadas de madre, mal hecho. Los ya agredidos batucos y hartos de la situación represiva en su contra, explotaron contra el dueño de la casa cuando los corría de su propiedad: Lo tiraron en la calle y ahí; mientras algunos tocaban sin ritmo alguno ya y gritaban como locos; otros lo pateaban, le golpeaban el rostro con los cuerpos de sus percusiones, le aventaban envases de caguamas, algún valiente y temerario se atrevía incluso a arrodillarse junto a él para abrirle las manos con las que se cubría lo que le quedaba de cara y lo golpeaba a puño limpio, ¡wow, qué muestra de coraje y valentía! Total que cuando se cansaron de madrearlo y tocar y reír junto a los despojos de humano que dejaron, se fueron. Los policias observaron, como yo.
Lo ayudamos a levantar, no sé si hicimos bien o mal, pero lo hicimos. Casi todo el mundo vio la escena. Al levantarse, una de sus mejillas se desprendió de su lugar y se desenrrolló como persiana, se le veían los dientes, tenía sangre por todos lados, cortadas por el ojo, la frente, los labios, era realmente impresionante, caminaba como borracho tratando de mantener su mejilla en su lugar mientras se abría paso a tropezones entre los carros y la gente que momentos antes había invadido su casa para disfrutar de una fiesta.

Los chavos lo vieron todo y solamente se atrevieron a decir "aquí ya valió madres, vamonos a seguir la peda a casa de X" y así fue. Mi primo me preguntó que si no me habían madreado porque me vio cerca de la acción, que si sí, él sabía quienes eran y en dónde vivían, que los topabamos ahí y los parabamos de culo, yo contesté que no, que no me había pasado nada y nos fuimos, todos tan normales, yo no tuve estomago para seguir chupando, ellos sí. Para mi generación y seguramente para los mexicanos en general ya es algo normal no meterese "en los pedos de los demás", pero todavía nos damiramos de la pasadez de versh.

Es increible su adaptación a la violencia, eso fue un hecho totalmente normal para ellos que lo único que provocó fue el despertar de sus memorias " de cuando la Janina se madreó a otra vieja y le enterró un vidrio en el estomago o cuando el babas picó con su navaja a un güey de no sé dónde..."
Es por eso que ahora necesitan caricaturas ultra violentas de humor negro, para no dormirse frente a la televisión y todos los que no lo disfruten serán considerados, seguramente, como putos.
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