Retro soledad o un viaje en el tiempo

Ayer fui a un cine de Ensenada, Cinema Gemelos "Balboa"... Una gran experiencia retrospectiva. Viajé en el tiempo, totalmente, para empezar, la taquilla no tenía absolutamente nada de tecnología de punta, era una simple caja de las que imprimen sus tickets a punta de madrazos; para llegar a comprar tu boleto, una cola enorme, luego lo pagas y los golpes de la caja imprimiendo mi comprobante fueron como la puerta a la máquina del tiempo, luego el boleto que fue arrancado de un block por la muchacha cajera, jejeje no salió impresa con laser de algún orificio del mostrador ni nada, no, ella lo arrancó con sus manitas de un bloque impreso en algún changarro local (impresora Gómez). El lobby era pequeño, y todo el cine olía a palomitas, la distribución era idéntica a los cinemas Gemelos de la Comercial Mexicana que estaban en Tollocan, frente al McDonald's. Me acuerdo que en la secundaria era todo un hit para los viernes salir de la escuela, ir a comer a McD con todos tus amigos y tus primeras amigas y luego para terminar una tarde fantástica, todos juntos al cine (algunos ya no podían porque sus papás eran más mamones que el estándar) a ver la nueva de karate kid o volver al futuro 2...Después a tu casa a dormir y a pensar sobre tu cama en la niña que te gustaba y que se sentó junto a ti en el cine, tomando refresco de naranja.
Bueno, después de pagar mi boleto, entré a la gran, gran sala. Era realmente enorme, como ya lo dije, del tamaño de la sala del teatro Morelos, el que fuera nuestro primer GRAN cine (ahí vi Batman y fue el primer gran evento mundial de Toluca del que me acuerdo, porque se estrenó casi, al mismo tiempo que en USA, como un mes después o algo así, lo cual era histórico!!).
La sala estaba casi vacía, lo cual con 300 butacas más me hizo sentir más solo que en una pequeña sala de los cines actuales, pero saqué mi chocolatito de arroz inflado con "caramelo" y me hundí en las pesadas butacas anti ergonómicas y fue entonces cuando me di cuenta de que la arquitectura "tipo estadio" no había llegado a esos cines; si te hundías un centímetro en tu butaca, la butaca de enfrente ya no te dejaba ver, ahora si estuviera ocupada mucho peor, eso me hizo recordar cuantas películas vi sentado en la orilla con la cabeza de lado y el cuello adolorido.
Terminó la pelicula y salimos a la noche veraniega de una pequeña ciudad de playa, en donde se combina lo mejor de dos mundos. Yo regresé a mi depa a convivir con mis fantasmas que regresaron conmigo después de ese gran viaje en el tiempo. Que viva Toluca hace 12 años!